domingo, 29 de marzo de 2009

How to dissapear c o m p l e t e l y

Crónica de un concierto esperado





Ayer fue el concierto de Radiohead.
Ayer desperté con taquicardia y dolor de panza de la emoción/nervios/etcs acumulados.
Ayer me sentía mal, como de esos días en que uno se siente mal y piensa que quiere morir o, aún mejor, desaparecer completamente. Pero, cómo desaparecer completamente cuando ese días HAY que ver a Radiohead?
Más vale vivir el día y saber que, aunque todo está mal en la vida, HAY que ver a Radiohead y ser feliz un rato.

Radiohead es impecable, un show maravilloso, inolvidable, genial, hermoso. Fue demasiado bueno, aunque casi morí en el tumulto fanático y apenas los ví del porte de un maní.
El despliegue de luces fue perfecto, el escenario increíble, sobretodo para mí, pues no suelo ir a conciertos que tengan mucho equipaje visual, sino más bien voy a conciertos bastante austeros como fue Interpol o The Killers.
Radiohead es lo más, por algo OK Computer es el mejor disco de los 90's y los que le siguieron son aún mejores.
Tuve que saltar mucho para ver a Thom Yorke y reconocer un poco sus rasgos. Casi morí por eso. Fue muchísima gente y yo no sé de donde salió gente tan alta, pues Chile se caracteriza por su población que en general no supera el metro setenta. Pues esta vez el concierto se caracterizó por medir por lo menos 1.80 y formar una pared de cabecitas (o cabezotas), en la parte delantera de la cancha donde se realizaba el concierto. Muy difícil ver, aunque yo mido casi 1.70 y con un salto podía distinguir un poco. Fui con dos amigas que miden aproximadamente metro y medio, que es muy muy poco y apenas llegaban al codo de la gente que estaba formando la pared impenetrable de hombres grandes, peludos y sudorosos.
Tuvimos que esperar muchas horas para ver a Radiohead, llegamos a las 3.30 de la tarde al estadio porque abrían las puertas a las 5. Cuando llegamos la entrada ya estaba completamente llena y vi a mucha gente que conozco o conocía.
Radiohead tocaba a las 9 y antes de eso tocó una banda chilena un poco mala (como casi todas) que se llama Casino que toca el tema principal de una película chilena un poco mala (como casi todas) que se llama Promedio rojo. Yo creo que a nadie le gustó, pero aún así algunas personas aplaudieron. Después de Casino tocó el turno de Kraftwerk, ese grupo alemán bien antiguo y extraño. A mí en general me dan mucho miedo los alemanes, pero esta vez estaba decidida a bailar. Kraftwerk es un grupo legendario y verlos en vivo es extraño, porque yo creo que son buenos y, claro, son los padres de la música electrónica, sin embargo.... me dio sueño. Kraftwerk es toda una experiencia, con todo el peso histórico, sus letras que no entiendo pero sé que hablan de cosas tecnológicas, sus visuales tan suprematistas y bonitas... y yo, aún así tenía sueño. Cero respeto con la historia musical.Una vez que terminó Karftwerk faltaron 40 minutos para Radiohead, 40 eteeeeeeeeeeeeeernos minutos.

Y así... morí.

Empezaron con Creep y ahí ya me desconcertaron. El día anterior terminaron con creep y yo llegué a la conclusión de que ya que no venían jamás a latinoamérica están concientes de que aquí hemos escuchado creep mil años, como un himno a la desesperanza adolescente noventera, sin saber jamás como suena en vivo. Por eso, aunque no les guste, la tocaron una y otra vez.
Desde creep todo fue una escalada de emociones hasta que tocaron exit music... a h í m o r í.

Exit music y lloré.

Demasiado para mí. Reviví y seguí escuchando. Thom Yorke habló mucho en español diciendo el honor que le significaba estar por primera vez en Chile y lo lindo que era que el último concierto de la gira por latinoamérica fuese esa noche, con nosotros en Santiago. Hablaba como un robot, casi como una canción de Kraftwerk.

A todo esto, en cuanto empezó creep todos corrimos lo más adelante posible comenzando la lucha por llegar a la reja y yo, al instante, perdí a mis tres amigas (dos de ellas de metro y medio) quedando sola en medio de muchos sujetos desconocidos que cantaban y se drogaban alternativamente. Quedé sola, pero feliz y bastante más adelante del lugar en el cual estaba en un principio viendo a Thom Yorke del porte de un maní y medio.
Terminaron con Paranoid Android y fue (perdón por decirlo con tanta confianza) O R G Á S M I C O !
Imaginar que desde mi infancia escucho esa canción y veo el video que años atrás me perturbaba, y ahora estaban ahí, Radiohead ante mis ojos saltarines entre la multitud.
Radiohead al frente, yo perdida entre la multitud que salta, no se conoce y se golpea con choques eléctricos: i n c r e í b l e.
Cabeza de Radio al frente y aunque no tocaron "How to dissapear completely" yo sé que puedo desaparecer completamente cuando estamos escuchando Radiohead, como soñando que nadie nos conoce.


(Esta reseña musical es un mail que le escribí ayer con mucho cariño a mi amiga Cris/verde/radiante/no/esperanza)

2 comentarios:

verde dijo...

ahora espero más reseñas :)

Anónimo dijo...

no lo había leído...me encanto