A mí siempre me fue bien en los ramos teóricos, siempre me fue mejor que en los talleres. La teoría me es más fácil, me resulta e incluso me gusta, sin llegar a “apasionarme”. Mis amigos destacan eso de mí: mi capacidad de salir bien en historia del arte o estética sin hacer mayores esfuerzos. Yo preferiría destacarme por hacer "obras" bacanes, por mis conceptos bien desarrollados, por hacer trabajos interesantes, por tener buen oficio, porque eso me gusta más. Varias veces me han dicho que debí estudiar teoría y yo creo que es cierto; pero la teoría me gusta, me interesa, me resulta, mas no es lo que quiero hacer.
Tal vez la gente no debe guiarse por lo que disfruta sino por lo que hace bien. Quizás hay que explotar sólo los potenciales obvios en vez de pelear por lograr algo que rara vez funciona y se valora, porque nunca es demasiado bueno. Ha de ser inútil entonces esforzarse en algo que, por más que te guste, no es lo tuyo, no es lo que “sale mejor” y mucho menos lo más fácil.
A mí me gustan los ramos de teoría, sin embargo no me “apasionan”. Tengo la gracia de sacar de 6.0 a 6.5, a veces incluso más (aunque nunca llegando al 7.0) en pruebas para las que no he estudiado. Puedo rendir bien sólo poniendo un poco de atención y creo que así debe ser todo. No hay para que torturarse pensando un proyecto que nunca queda bien, buscando nuevas técnicas para mejorar el oficio o conceptualizar mierdas que nunca quedan bien armadas, si siempre van a felicitar a la gente que se saca seises o seicincos aún haciendo el mínimo esfuerzo.
Creo que esta vez, si tengo la chance y resulta fácil, me dedicaré más a la teoría. Puede ser que en camino me enamore de la estética y me quede con ella.
*Analogízame la vida, Capítulo I: “El que cachó, cachó"