Chúpame la pichula imaginaria, vida mía.
Chupa y traga el semen insípido de fluidos marginales y rojizo-femeninos.
Chúpame un coco mental, amada mía.
Escapemos siguiendo el agua hedionda del Mapocho para que al final pueda ahogarte con el amor del mundo.
Voy a tomar tu cabeza delicada y la hundiré en la mierda de todos los chilenos para que te vayas de una vez con todo el mal que quisiste regalarme y las heridas cortopunzantes de mis paredes interiores.
Te pateo por última vez para salir corriendo, bueno?
No le avises a nadie.
Yo no me quiero podrir en la cárcel de mujeres.
2 comentarios:
podrías ahogarla también en las picinas imaginarias de Lavin
xdxdxdxdxdxdxdxdxd
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