domingo, 30 de noviembre de 2008

Sábado en la noche. (o Estado de escritura de Novela Rosa)


Un sábado sólo se sabe la noche porque hay que prender la luz y las canciones suenan más tristes.
Si se mira el cielo las estrellas pocas apenas se ven.
(Tal vez hay que operar los ojos)

La canción de amor suena más borrosa.
El cielo negro no guarda a quien recordar, ni al pasado lejano.
(No hay recuerdos tristes)
El corazón (cada vez más anguloso) se saca sólo por costumbre.

A nadie yo he amado –declaró- pues por dentro estoy vacía.

Y fuma sólo por llenar los pulmones que solos no se inflan.
Y fuma por llenar el vacío-pecho que la ahoga y la muere.

A veces la música se apaga.

A veces el humo es sucedáneo de lo que no se siente
(Pero, inevitable, se escapa y pica)
La garganta raspa por comer virutas mal molidas.

El sábado, solo, se sabe la noche pues el cielo es negro y con grafito se inscriben historias fáciles
de borrar.

No hay comentarios: