Entonces te aferras al desafío, porque sabes que estás destinada a perder.
Hagas lo que hagas empezaste sabiendo que vas a perder.
Y te esfuerzas, y empujas, y empujas algo que no se quiere mover y tratas de moverlo solo para romperte las manos.
Solo para fracasar otra vez, cosa bien sabida, volverá a suceder.
Vuelta.
A veces no se puede parar lo que te hace mal, porque no manejas la fuerza que lo mueve, y anda hasta que se acabe la pila. Y
andas sola tratando de mover lo que se esfuerza por quedarse, y las manos te sangran hasta que te cansas y en 2 segundos ya no hay nada, porque se fue cuando quiso, porque nunca quiso moverse contigo.
1 comentario:
una vez que te dicen que no te quieren
y ves como siguen de largo mientras auno se le quebraron los tobillos
uno ruega maldiciendolo
para que vuelva
de algun modo
el que sea
el más oscuro, el más camuflado
y le sigues maldiciendo
con cartas de más y más suplicas debajo de la almohada
habemos quienes no entienden-mos
y siguen en el juego usar personitas para tapar monstruos
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