jueves, 25 de diciembre de 2008

A veces quería ser principe

yopudeestarsiempreatuladosiemprequetúquisierasyquisistenuncayonopudehacernadafrenteatuslabiosrojobrillantequemeexigianatecióncomolaspolillasenlaampolletasinningunaprecauciónchoquecontigounayotravezunayotravezcomolasgarrapatasquenoaprendenysegolpeanhastamorirporquenosabenquenolasquierenyporesonosevanyoséquenomequierenperoyameincrustéentupieldeformaparasitariamemetíatucamayteabracésinrespetosinsaberqueerasniñotuscaderitasdeniñameengañarontodoeltiempoymehicieroncreesrcosasquenosonyqueputaquenuncafueronynoseránjamás!ahoranohayvueltaatrásporquesoyadictaalviciodetodasquenoparecetanabsurdosilomirasdeesteladodondelaluzlellegatanbonitoyseponenerviosovecescuandosehaceelprincipeseponenerviosoavecescuandosehaceelprincipeyquiereserelmejorbesandoalachicamásfeadelanochequenohavistoanadiemásqueélesedíayselamentadequenuncaseaigualdevueltaporquelosprincipessonparalasprincesasynoparalossaposfeosporqueeslapalabramásfeaquesepuedaseraunqueesunasuertequelossaposnosepannadadeletrasodeamorfrustradoycorazonesrotosporlanocorrespondenciatuya


(escrito añejo y encontrado detrás de una foto arreglada)

1 comentario:

ximenerd dijo...

aquí se habla de corazones rotos, de vicios, de caderas, de shakira, del niño que enloqueció de amor y de povidona.

como que reconocí a mitad de texto todo.

y re-recordé al niño aceitunoso aquel.


oye. mañana quiero que me cuentes todo lo de la Blonda. Sin omitir detalles.