domingo, 26 de octubre de 2008

La hermosa sensación del ciudadano consciente.

Hermosa sensación es la de votar en Chile hoy, domingo 26 de Octubre, un día donde es sol no brilla y el viento no sopla. Un día encerrado que pintorescamente llamamos “abochornado”. Un día donde no sabes si salir o quedarte, y en verdad la decisión que tomes no importa, porque de todos modos morirás de calor, este calor terrible que te hace sudar, y de sed que no se quita ni con la mejor bebida de fantasía.

En un día como hoy (de hecho no “como hoy” sino HOY) nuestro país se vuelca entero sobre los colegios más feos y desarmados para emitir una valiosa opinión y elegir así a sus nuevos alcaldes y concejales.
En un día como hoy… los días de votaciones siempre son como hoy, pues si mi memoria no me falla, podría asegurar que ningún día de elecciones ha sido un día normal, con un sol normal, un nublado normal o un viento normal. Siempre en estos días es como si los dioses de la votaciones y los tiempos se pusiesen de acuerdo para que a uno le dé la más enorme flojera salir, para que uno se aburra, para que no den ganas de trabajar ni cocinar ni nada.

En un día como hoy (que ya sabemos que es HOY) yo, Paula Reneé Martínez Fernández, he votado por primera vez en mi prostituta vida. Hoy, que extrañamente es un día como hoy, emití mi voto después de dar incontables vueltas por mi casa antes de siquiera pensar en salir. Hoy, solo como hoy, tomé mi bicicleta y me dirigí, en contra del viento detenido con olor a papafrita, hacía mi local de votación: un colegio por el que pasé todos los días de mi vida de estudiante de enseñanza básica, al cual recuerdo haber entrado un par de veces solo para vivir alagunas de mis primeras experiencias traumáticas con sujetos del sexo opuesto. Hoy, como si fuese un día como hoy, entro a aquél recinto con 21 años a cuestas, con mi bicicleta vieja, con mi cédula de identidad y mi cartoncito para votar. Hoy, pensando que es un día como hoy, entró con paso decidido y con la convicción ciudadana para emitir mi voto

Ya estando con mi voto en la mano, con mi papelito lleno de nombres de gente que nunca he visto y con mi lápiz mina Faber-Castell HB me siento con la increíble libertad de darle rienda suelta a mi imaginación en un sinfín de garabatos, dibujitos (puros picos, obvio), rayados, mensajes, besos, escupos, cacas, peos y pichices antes de volver a envolverlo y con toda la baba que he acumulado poner la estampilla que sellará mi muy bien fundada opinión
.
He ahí el primer voto de mi vida transformado en una invaluable obra de arte, pero ahí no termina la historia.
En un día como hoy, claramente hoy mismo, al ciudadano responsable se le encarga la loable tarea de manifestarse mediante 2 votos. ¡Qué felicidad más grande la que nos embarga al saber que nuestro voto cambiará doblemente la vida en este paisucho de mierda!
Pues bien, como yo hoy en un día como hoy soy una ciudadana responsable he de cumplir mi deber eligiendo a mis futuros concejales, para lo cual mis comensales de la mesa 99 a quienes se les ha encargado la hermosa labor de ser “vocales de mesa” me entregan un lindo papelito con 347 nombres de los cuales apenas había escuchado 2. Fue en ese momento donde tuve la revelación divina y vino a mi cabeza como un rayo del Señor el nombre Juan López. Juan López asomó su nombre en el papel, pero no solo eso, inundó mi cabecita con una bella canción, una de las mejores canciones de todos los tiempos, la más linda, la más elegante, la más gay: YMCA (güai-em-si-ei) de Village People.
Cuanta sería mi alegría al recordar aquella camioneta que pasaba con esa musiquilla que mi mano sin pensarlo yo antes, trazó la marca vertical sobre la rayita al lado de mi querido López.

Así ha sido más o menos mi día de hoy, mis queridos lectores imaginarios.
Ahora me cansé de escribir las tonteras que pensé mientras paseaba en bicicleta con la libertad de ser una persona responsable, pero aún con la precaución de no ser atropellada.
Tenía muchas cosas más que decir que, obviamente, ya olvidé.

2 comentarios:

velluchvicious dijo...

Yo no soy ciudadana, ni planeo serlo, no aquí. No voto ni votaré jamás...
Odio la política!,
mi familia es facha!
odio el comunismo, pero no soy facha.
soy apolítica.
y generalmente odio Chile
aún me quieres?..
si me quieres despues de esto, ..es porque es real.
Besos.

Jean

ximenerd dijo...

CHAN














a mí me gusta votar
hacer cola
la gente sale
anda todo el mundo hablando de otros
otros que regalan cositas en rifas
y en los que no saldrán pero igual votarán por ellos

yo me fui a pie
y no me bañe para votar