miércoles, 1 de octubre de 2008

¿Puedo odiar a los Hipsters? (o el pokemonismo abc1)

Es la nueva ropa en nuestras tiendas, invade las vitrinas desde Alonso de Córdova hasta Banderas, no podemos andar por la calle sin mirarla. Sus atuendos repletan nuestras calles y son tema de conversación obligado para quienes gustamos, un poco pretenciosamente, del arte, la buena música y esas huevadas. Nos ciegan con sus pantalones, Nos empujan con sus maxi-bolsos. Nos tienen hasta las pelotas.
Son ellos, son la nueva sensación, la más reciente y sofisticada de las tribus urbanas: Los Hipster.
Claro, dudemos que a ellos les guste ser clasificados como “tribu urbana”, término tan manoseado desde el apogeo de nuestro gran programa nacional “El Diario de Eva”. No creamos que a ellos les da los mismo estar en el mismo saco que los adolescente “wenos pal ponceo” y superficiales. Ellos no quieren ir juntos. Bien, yo los separo, los ubico más abajo y los trato con menos cariño, pero ALTO! para clasificarlos, separarlos, hurgarlos, destrozarlos, etc. primero tenemos que saber… ¿Qué mierda son los Hipster?
Pues bien, como usted podrá imaginar, el término “Hipster” no es una cosa que haya salido de la originalidad criolla (al contrario de nuestro queridos pokemones y las envidiadas pelolais). La palabra Hipster viene de otra parte, yo no sé donde, pero me imagino que es inglesa o neoyorkina. Asumamos entonces que este estilo es un estilo importado o, como casi siempre se dice, copiado de otro país (sí, así como dicen los papis o los profes del colegio cuando nos retan por el desorden y el pelo de color) y por lo tanto un estilo demasiado amplio. Reduzco este análisis y anuncio: yo odio al Hipster chileno.
Entonces, usted podrá pensar, ¿Les odio por copiones? Y la respuesta querido lector es un rotundo NO! A mí me importa un pepino (vegetal que encuentro asqueroso) que estos tipos vayan y le copien a los músicos shuper indie que salen en las revistas caras que se compran. Claro, acepto que me molesta la literalidad al copiar porque, si hay que velar por la verdad en este articulo inventado, he de decir que todos copiamos. Y cuando digo todos, por supuesto, me incluyo. No puedo negar mi calidad de copia andante, soy una copia-todo. Incluso hoy le copié a Ximena y me compré anteojos de abuelito. Aunque claro, las personas tan estilosas como Ximena o yo o todos mis amigos sabemos que al copiar hay que dejar implícito el sello propio, sí, lo sabemos y los hacemos. Ella cultivando el estilo abuela-tierno-chic y yo picando a Rockstar-anarco-glamorosa.
Por el contrario el Hipster chileno deja el hermoso trabajo de buscar su sello y se limita a imitar fielmente la foto de la revista, el consejo de moda extranjero e incluso, por su propia falta de imaginación y sello, prefieren comprar la tenida completa igual a la del maniquí ahorrándose así la ardua tarea diaria de hacer combinar la ropa.
Sí, punto en contra, pero aún así NO es lo peor.
La ropa del Hipster autóctono es siempre apretada. Esto me hace recordar aquel hermoso artículo que salió en no-sé-qué revista o diario titulado “Generación Pitillo (casi gays)”. Es consigna del Hipster usar siempre su buen pantalón pitillo, por lo tanto, la llamada “Generación Pitillo” para mí se desplegó como una especie de proto-hipster, pero eso es volá mía.
El asunto es el siguiente, pensemos un poco, ¿A qué tipo de persona le queda bien la ropa apretada? y, obvio, no hay que ser muy inteligente para saberlo, la respuesta es: A la gente flaca.
Segundo punto en contra (un poco más grave): El Hipster tiene que ser flaco y quien es rellenito, como una, queda imposibilitado de pertenecer a este club del esnobismo y es catalogado como un simple “alternativo”, “freak” o “nerd”. Elitismo en la pesa señores!!! Muchos se quedan fuera, otros tratan de bajar de peso y en muchos casos nuestros pobres jóvenes terminan anoréxicos, bulímicos, famélicos, enfermos y feos (sin nombrar los problemas de piel suelta y estrías que trae consigo cualquier baja abrupta de peso ¡Dios nos libre!). Este hecho puntual podría ser una de las razones de los problemas alimenticios del mundo, llegando incluso a explicar el hambre en África y la situación aberrante de Somalia, pero estos hechos no he de comentarlos ya que aún están en desarrollo.
Otro: ¿sabe usted cuánto vale la ropa Hipster? Si no sabe, que no le vayan con el chisme, entérese ahora: caleta! es costosa, muy muy cara.
Si al costo de la ropa le agregamos el punto de discusión anterior de la flaqueza, podremos deducir fácilmente que un Hipster es (o pretende ser) ABC1. Su fenotipo y la plata el su bolsillo lo delatan, no nos engañan con el look desgarbado, sus narices respingadas y finas, su pelo rubio, su figura desnutrida siempre pesarán más que los pitillos chillones gastados.
Hipster, te hemos descubierto, eres abajista. Abajista de la peor calaña, pues, aunque aparentas ser un tipo clase-media despreocupado odias que te comparen con las tribus que gustan del reguetón y el colo-colo. No te gusta sentirte parte de una tribu, te gusta sentirte shuper diferente, shuper especial, porque tú sí que sabes de estilo.
Me pregunto ahora ¿qué hace sentir “especial” a un hipster?
Debe ser su incomparable sentido estético que se nota a veinte kilómetros a la redonda (aclaro: léase lo último con tono sarcástico y ¿20 kilómetros? Obvio, no hay quien NO vea a un hipster si este se esfuerza en encontrar lo colores más enceguecedores del planeta). Este debe ser el ejemplo más típico: ¿ha visto usted algún grupito de chicas y chicos flacos vestidos en colores flúor, usando jockeys en el mismo tono del pantalón y las zapatillas, con poleras blancas, grandes y con dibujos y con sus gafas imitación ray-ban wayfarer?
¡SÍ PERSONITAS! Todos los vemos a nuestro pesar y notamos como se reproducen y como lucen sus inmensos conocimientos de diseño que se reducen a hacer unos increíbles monitos de ojos chicos y separados que tienen bocas grandes, que son como masitas informes increíblemente parecidas todas.
Pues bien ¿en qué se basa el sentido estético de estos personajillos? ¿De dónde (shusha) salen estas personas tan creativas? Me he dado cuenta que estos sujetos se reproducen en los ambientes del artishta alternativo, es decir, suelen estudiar cosas como artes plásticas o diseño. Sí, común es ver sus plastas dibujadas con plumón en las proximidades de TODAS las facultades de diseño. Privadas o públicas, desde la ponti a la San Marino*, ninguna se salva de la invasión Hipster. Claro está que no son todos iguales y que el hipster de la PUC por abajista que sea siempre creerá que es más talentoso que el del CFT Robinson Johnson Tercero* aunque sus plastas seas las mismas, aunque los dos caguen igual de hediondo.
¿Será esto todo lo que caracteriza a mis sujetos de estudio? Pues no, aunque usted no lo crea, aún hay más.
Recordemos que en un principio he mencionado el hecho de que un buen hipster compra revistas de música cara, y ¿por qué será? Obvio, ve las fotos de sus referentes internacionales y las lee… ¿Las lee? Me da igual, el asunto es que siempre sabe todas las últimas novedades de la música indie en cualquiera de sus derivaciones. Lo saben todo y les encanta hacer gala de eso contándoles a sus amigos que se enteraron antes de este grupo nuevo muy extraño de Chipre o Camboya que hace una música tremendamente especial con sonidos de ranas amarillas del lago Guanajuato y pétalos silvestre de flor del loto. ¿A quién le importa? A ellos (y a mí también, lo reconozco, me gusta conocer música nueva). Son ellos una competencia constante de música desconocida y difícil de encontrar que consiguen por internet a precios ridículos, mientras uno, simple chileno medio que gusta de aquella música se queda con la versión más charcha de una canción que logró encontrar en la web, la versión más recontra re-grabada y que se escucha apenas.

Pues bien, eso es un Hipster.
¿Odiable? ¿Son razones justas y suficientes para odiar y desear la muerte de todo ellos?
Yo no sé y la verdad no me importa.
Pero los odio porque usan TODOS la ropa que yo busqué durante años y no encontré, la ropa que no me queda bien.

Los odio por su fenotipo perfecto, delgado y elegante que yo jamás conseguiré.
Los odio porque tienen la plata para comprar todo lo que yo quiero y NO PUEDO comprar.
Los odio porque tratan de quedarse con la chica que yo quiero y casi lo consiguen.
Los odio porque tienen los discos y libros que yo quiero tener.
Los odio porque van a todas las fiestas y su estilo es más apreciado que el mío.
Los odio porque aunque no tengan talento son más reconocidos que yo en el círculo del arte joven.
Y sobre todo los odio porque no leerán esto y si llegasen a leerlo no les importara ¿Por qué?
Porque ellos son hipsters la sensación del momento y yo, a mucha honra, no.


*Estos son nombres inventados y si coinciden con nombres reales me daría mucha risa que alguien estudiase ahí.

9 comentarios:

ximenerd dijo...

yo como tú les detesto. me molestan tantocomo molestó cuando me quise comprar una chaqueta en la época de rusia chic no pudiese encontrar UNA sola que no tuviese ese cuellito militar. Me molestan por esas cosas que nombrai' y esas ganas de creerse cool-inteligente-talentosoide

Me apestan esos dibujitos culiaos de ojos de puntito separados y sus carotas todas redondotas, y que ya están en todas las publicidad HASTA en el banco santander santiago, y detrás de todas las señalizaciones de tránsito con esos stickers changarines.

Aparte de saber que los más abc1 hacen los mismos murales todos identicos que montruitos que dinosaurios y asi y asi y asi

blah blah blah

ya, yo tambien quisiese tener ese dinero para comprarme cosas

como las zapatillas que le vimos a esa chica mientras tomábamos sol tiradas en el cemento.

jo jo.

M A K I S T Y L E dijo...

AMEN!
aunque a veces no hay que pensar tan así, esos monos me dan lo mismo. Yo creo que lo mejor de todo, es que siempre llegan tarde a la moda. Cuando las tiendas se llenan de zapatillas con super caña, nosotros ya estamos usando otra cosa. Así es la vida de los copiones.
Y da lo mismo, finalmente aunque no tenga las 50 lks pa comprarme el polerón, de última me lo mando a hacer, y mucho más rocker, porque el rocker va dentro... y ellos no tienen idea.
Otra cosa, la musica nueva se baja por internet y punto. Como le decía el otro día a un loko, la inteligencia y la ocurrencia, no tiene que ver ni con la lectura, ni con escuchar grupos nuevos. Eso ayuda a nutrirse, pero lo anteriormente nombrado no da para nada inteligencia. Y pa q a uno se le ocurran esas cosas, es necesario tener ese tino, que aunque a veces es copiado, al menos, es copiado mucho antes.
Saluditos!!
(PD: tengo tus mismos lentes azules jaja)

Gabo Rojas dijo...

no será un poco resentido.
hasta ahora no he conocido a nadie atacado por un hipster.
tolerancia!
por cierto yo no soy un hipster, ni me interesa serlo.
no veo por que odiarlos, no tienen conductas reprochables morales, a diferencia de los pokemones, o ninguna otra conducta pueda desvirtuar a un grupo de personas.
Lo único que hacen es vestirse de una manera peculiar, que no llega a ser desagrabable a la vista, a pesar de esos colores que pueden verse desde alfa centauri, oh si.
Pero, aparte se eso ¿que mal han hecho? no han pervertido nuestra sociedad, NO?
Nuevamente TOLERANCIA.
Saludos! :)

Anónimo dijo...

Your blog keeps getting better and better! Your older articles are not as good as newer ones you have a lot more creativity and originality now keep it up!

Anónimo dijo...

Eres una persona intolerante, y eso esta mal, por personas como tu, por poner cosas tan abusrdas, la gente ignorante y estupida, se traga estas babosadas, y luego va na querer "matar", "golpear"
Que te valgan verga, sigue con tu pinche vida culera, tus rasones de odio son totalmente absurdas, tu autoestima esta por los suelos, son mamadas, ojalas si te digo "matate" ojala lo hagas, gente como tu no deberia existir, solo representando odio, mas bien, si deberias existir, per ouna vida miserable

Anónimo dijo...

primero que todo:

LOL al comentario anterior al mío

segundo:

Me encantó la entrada; desde hace mucho tiempo que estos "hipsters" creen que por el hecho de escuchar un grupo de rock indie serbio-pakistaní y por usar filtros estúpidos para shoppear sus fotos son un estilo de vanguardia y que son la nueva generación.

Pero bueno; son hipsters. Nada de lo que salga en los medios masivos o por comentario de otros les va a interesar: "is too mainstream"

Saludos =)

Gabriel dijo...

Creo que lo que has dicho es muy intolerante amiga, no todo lo que mencionaste es cierto ademas...
Osea, es verdad sus ganas de ser diferentes, y que su pretencion puede ser molesta a ratos, pero no todos son abc1, ademas, no compran las cosas literalmente de tiendas, y me uno a ciertos comentarios anteriores, por entradas como esta generamos odio entre las personas... para que?
Que no se te caiga lo resentida amiga...

Dash. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

A mi bufanda le importa una mierda